¿Cómo merece ser apreciada una mujer?, luego, ¿cómo te imaginas a esa mujer que amas?. Es la dialéctica entre lo que debe ser y lo que es, y, que una mujer debe evaluar para saber si compromete su vida con la persona correcta.
¿Quién puede negar el indescriptible encanto de una mujer desnuda? Y no es difícil imaginarla desnuda, y, por tanto objeto de nuestras pasiones, pero ¿todo el encanto de una mujer es solamente su desnudez?, porque al escuchar el decir de hombres sobre mujeres, regularmente son fantasías sobre mujeres desnudas y …. ¡!!!.
No es que ignore, o menosprecie ese hechizo femenino. Por ser admirador y profundamente seducido por la belleza desnuda de una mujer es que expreso estas ideas.
En consecuencia, ¿Cómo me imagino a una mujer?, …. Simplemente: ¡BELLA!. De pensamientos, palabras, actitudes, gestos, ….. y, por supuesto, ¡bella desnuda!.
Pero imaginarla BELLA, es imaginarme como ser merecedor de poseer tal obra de belleza de la naturaleza. En cambio, imaginarla desnuda, es visualizar un coito pasional: la primera imaginación es para tener una mujer toda la vida; la segunda visualización es para tenerla unos momentos fugaces.
Como hombre puedo confirmar que nuestra percepción sobre la mujer es muy sexual, lo cual es algo natural porque la belleza de la mujer es voluptuosa e incita ímpetus pasionales. Pero, la mujer también aspira una conducta racional del hombre, que la valore por lo que ella es, y no por lo que ella representa en una cama.
Una mujer merece ser apreciada, como una dama, como un ser que merece y aspira al mejor trato … merece ser tratada como la futura madre de tus hijos, lo cual hace reflexionar ¿cómo tratas a tu madre?, la respuesta debe ser equivalente al trato que “merece” la futura madre de tus hijos.
En la sociedad capitalista la mujer se ha convertido en una mercancía más, que alimenta vallas publicitarias incitatorias al consumismo, pero que subliminalmente las convierte en objetos sexuales. La misma mujer debe reflexionar: ¿merezco ser tratada como un objeto de valla sexual?.
Finalizo. El siglo XXI ha caracterizado otros valores. La deshinibición femenina, el auge de la pornografía, la incidencia de películas con contenido altamente sexual, ha conducido a un patrón sexual que lo que está generando es infidelidades, violaciones, divorcios, … hogares en ruina emocional por hijos que tienen que presenciar padres separados. Es tiempo de enderezar lo torcido, y, eso significa que es tiempo de que la mujer piense ¿cómo merece ser tratada?.
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