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Palabras introductorias

Palabras introductorias

martes, 23 de julio de 2024

Sobre las animadoras

animadora

La impresión generalizada cuando alguien escucha la palabra ‘Cheerleader’ es la de una mujer o grupo animando a un equipo deportivo al típico grito de: “¡Dame un A!”. Los aficionados en Europa las recordarán, por ejemplo, bailando en el centro de una cancha de baloncesto y los americanos haciendo todo tipo de piruetas y coreografías en un tiempo muerto del juego.

Cuando oímos la palabra animadora, la primera asociación es con Estados Unidos. La mente se va a un campo de fútbol americano y en nuestra imaginación surgen imágenes de series de televisión: pompones, chicas con faldas cortas, música pop, grandes sonrisas y, de fondo, el típico instituto estadounidense.

El ‘cheerleading’ no nace paralelamente a los deportes sino que tiene sus propios inicios. Documentos de 1877 describen, en la Universidad de Princeton, al ‘Princeton Cheer’ –animador de Princeton-, un hombre que se dedicaba a gritar: “Hurrah, Hurrah, Tiger, Boom”, cántico que aún hacen los aficionados de sus equipos.

Pero el ‘cheerleading’, como se llama la actividad, es mucho más que el simple acto de animar, gritar o saltar. El ‘cheerleading’ es un deporte reconocido en 2016 por el COI que esconde en sus entrañas horas de entrenamiento, dedicación y pasión. En el mundo hay más de 4,5 millones de asociados al ICU (Unión Internacional de Cheerleaders) y cuenta con sus propias competiciones a nivel internacional. Además, es una actividad de riesgo reconocida desde que, en 2006, Kristi Yamaoka se rompiera una vértebra después de caer de una pirámide humana. Es una práctica donde las lesiones son muy habituales.

 

Como muchas de las cosas que llamaríamos americanadas, la imagen de las animadoras conlleva mucho más y nos ofrece un punto de vista interesante sobre la cultura estadounidense, pero retrocedamos un paso.

¿Quiénes son las animadoras?

Las primeras mujeres en participar activamente en un grupo de animadores fechan de 1923, cuando fueron admitidas en el grupo de la Universidad de Minnesota pero no fue hasta la década de los 40 cuando tomaron plenos poderes del ‘Cheerleading’.

El reclutamiento de muchos hombres para participar en la II Guerra Mundial precipitó que las mujeres no dejaran morir una actividad en creciente expansión en el mundo. Además, la escasa oferta deportiva de la que disponían las invitaba a formar grupos de animación. Desde entonces, las mujeres son mayoría en dichas formaciones –se estima que actualmente son el 97% del total-. En 1948, Lawrence Herkimer creó en Dallas la Asociación Nacional de Cheerleaders (ACA), que impartió las primeras clases y entrenamientos para iniciarse en la práctica de la animación.

En 1954, nacen las primeras profesionales del ‘Cheerleading’ en Baltimore. Los Colts, su equipo de fútbol americano, fueron los pioneros en contratar a un grupo de animadoras para amenizar los parones del juego y tuvieron tanto éxito que muchos conjuntos les emularon. Se hicieron comunes castings realmente severos entre los equipos profesionales, en los que miles de mujeres pretendían ser animadoras y donde el criterio residía mucho más allá de tener habilidades atléticas y coreógrafas. El primer requisito era estar de muy buen ver, pues el objetivo era atraer a los hombres a los estadios.

En la actualidad, las animadoras de equipos deportivos siguen rigiéndose por la máxima de la apariencia por encima de la habilidad. Una vez dentro la tensión no disminuye. Por ejemplo, las Sea Gals, animadoras de los Seattle Seahawks, no pueden beber, mascar chicle o tomar drogas en público para no manchar el nombre de la organización. Además, el mínimo cambio del tono de piel, peso, volumen muscular o de peinado puede acarrear el despido. Por si fuera poco, tienen vetado el contacto con jugadores, entrenadores, directivos y hasta con la mascota del equipo. Estas medidas no son exclusivas en Seattle, pues se repiten en muchos de los equipos profesionales.

Las animadoras practican una disciplina que suele ser realizada por chicas que se presentan en coreografías musicales y acrobáticas, compuestas por elementos de gimnasia y danza.

 

Su peculiaridad es que, además de las competiciones deportivas por equipos, el equipo también debe presentarse durante otros eventos deportivos. En los partidos de fútbol americano o baloncesto, por lo general, nunca falta su apoyo al equipo en el campo y la dirección de la afición.

 

Las películas y las series de televisión no siempre dan una imagen positiva de las animadoras, a menudo representadas como antagonistas superficiales y algo frívolas. En realidad, el cheerleading es un deporte y, como tal, requiere un rendimiento físico y mental propio de los atletas.

 

No son solo chicas con pompones: tenacidad, motivación y una gran capacidad de concentración son esenciales para mantener entrenamientos frecuentes y garantizar un rendimiento óptimo.

animadora

¿Cómo surgieron las animadoras?

El cheerleading nació alrededor de 1860 en Gran Bretaña, pero sólo empezó a ganar popularidad cuando llegó a los Estados Unidos. Hacia 1880, los estudiantes de la Universidad de Yale se organizaron para animar al equipo de fútbol de la universidad.

El 2 de noviembre de 1898, Johnny Campbell fue la primera persona que dirigió a la grada para alentar al equipo de la Universidad de Minnesota, convirtiéndose en el padre de la animación organizada.

 

El éxito fue tal que este ritual se difundió rápidamente y, en la fase inicial, gracias a los estudiantes masculinos. No fue hasta los años 20 que se convirtió en una disciplina también para las chicas.

 

La verdadera popularidad de este típico deporte americano llegó en los años sesenta del siglo pasado, cuando cada colegio e instituto de los Estados Unidos contaba con un equipo de animadoras.

 

En Estados Unidos es uno de los deportes más elegidos por los jóvenes, también es popular en Canadá, Australia, Nueva Zelanda y América Central. En España es un deporte de nicho, pero en crecimiento: Se están preparando para tener un equipo nacional de cheerleading.

Cheerleader in posa per la foto della squadra

Animadoras y espíritu escolar

Más allá del aspecto deportivo, ser animadora es interesante por lo que representa de la cultura estadounidense. Si pensamos en la razón por la que nació esta disciplina, es fácil de entender. Se trata de un entusiasmo ensordecedor e implicado, impregnado de orgullo por la propia comunidad escolar.

 

El cheerleading es la máxima expresión de lo que en Estados Unidos se identifica como espíritu escolar, es decir, ese sentido de identidad y comunidad compartidos por aquellos que pertenecen a la misma escuela o universidad.

 

Se manifiesta de muchas maneras o quizás de todas las formas posibles e imaginables, tanto dentro como fuera de las actividades escolares. De hecho, incluso a nivel institucional, el >sistema educativo estadounidense apoya todos los comportamientos que promueven el espíritu escolar fuera de la escuela.

 

La conducta de los estudiantes fuera de la escuela refleja la reputación de la propia escuela.

Hay varios momentos recopilados en los que el espíritu de pertenencia a la escuela alcanza su máxima expresión. Uno de estos es la semana del espíritu, una semana temática en la que la ropa, el maquillaje, los accesorios y las decoraciones deben reflejar los colores de la escuela.

 

Las canciones y los himnos resuenan en los gimnasios y los pasillos y las animadoras se convierten en verdaderas protagonistas. El resto de momentos son casi todos de naturaleza deportiva: cada juego, cada competencia y cada torneo refleja este fuerte sentido de identidad.

Animadoras animando en el partido de fútbol
Ragazze eseguono una figura del cheerleading durante una partita di football
Due cheerleader alla partita di football della scuola
Due cheerleader in posa per le foto della spirit week
Ragazza pompon esegue una figura con le sue compagne in un campo da football

Las animadoras americanas hoy, ¿qué está cambiando?

Como todos los deportes, el cheerleading ha cambiado a lo largo de los años, adaptándose a las tendencias y al contexto cultural.

 

Un ejemplo de esto es el equipo de fútbol de los Washington Redskins, que para renovar su imagen bajo el signo de la inclusión, ha renunciado a su nombre histórico. “Redskins” significa “piel roja”, una expresión ofensiva para los nativos americanos, un nombre que ha sido abandonado en favor de los Washington Commanders.

 

Además, el equipo ha reemplazado recientemente a sus animadoras por un equipo de baile mixto, un grupo de baile compuesto por 36 miembros, tanto hombres como mujeres.

Ragazze in uniforme da cheerleader rossa in posa durante una partita

‘CHEERLEADING' DE COMPETICIÓN

Gruppo di cheerleader fa il tifo per la squadra di basket insieme al pubblico sugli spalti

En la década de los 80 se empezaron a aplicar coreografías más complejas, piruetas más arriesgadas y un trabajo físico mucho más severo. En 1983, la cadena estadounidense 'ESPN' transmitió la primera competición de ‘cheerleaders’ del mundo, dando el pistoletazo de salida a los primeros equipos de animadoras formados exclusivamente para competir.

Desde 2003, los programas de animación de las universidades estadounidenses son reconocidos por la NCAA (Asociación nacional de deportes universitarios) como deporte competitivo y existen torneos a nivel mundial donde ya participan clubs –en España hay nueve- de más de 100 países.

En 2016, el COI reconoce la práctica del ‘cheerleading’ como deporte y le abre las puertas a una posible aventura olímpica en los próximos años. “El ‘Cheerleading’ es un deporte de creciente popularidad y hemos notado que tiene mucho éxito en los jóvenes”, declaró Kit McConnell, director deportivo del COI. En 2018, la animación será una de las 37 modalidades deportivas que participarán en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires.

¿Por qué las animadoras pueden ayudarte a descubrir una parte de la cultura americana?

Si las animadoras desempeñan un papel importante en lo que respecta al concepto de espíritu escolar, podemos afirmar que, en general, el deporte desempeña un papel fundamental en la sociedad americana.

 

Durante el año en el extranjero, formar parte de un equipo deportivo es una oportunidad única para estar juntos, mantenerse ocupados, conocer a nuevas personas, enfrentarse a retos y ponerse a prueba.

 

Convertirse en animadora también significa crear una rutina, confiar en las compañeras de equipo y animar sinceramente por la victoria de tu propia escuela.

 

¡Una oportunidad única para fusionarse completamente con el espíritu escolar americano!


Bibliografía



https://take-the-leap.wep.org/

https://www.elperiodico.com/

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