
La belleza de la mujer es una incógnita, porque es indescriptible su poder incógnito para llevar belleza a todo paisaje, o atuendo, o sitio o momento. La incógnita mujer es una incógnita belleza, y por tanto una fuente literaria muy importante para los escritores. Esa incógnita belleza es parte de su indiscutible encanto. De hecho, hasta ciertas fechas adquieren particular interés por el esplendor que le agrega la belleza femenina. Me refiero en particular a las asuetos vacacionales, en los cuales las bellas mujeres llevan belleza a cada sitio que visitan y regalan estupendos momentos en fotos. Precisamente, el Carnaval es una de esas fechas que nos ofrece la oportunidad de ver la belleza femenina en su esplendor, y en dos facetas muy diferenciadas, como son los disfraces y los trajes de baño de playa, pero ambas igualmente bellas facetas, dejando claro, que esa belleza playera no está exenta de fotos cómicas, como la que inicia este post, y es un adelanto de que cuando es el cuerpo de una mujer, ¡la broma se hace

particularmente bella!, jajaja; los invito a leer las reflexiones de este post.